Yolanda
Intensidad
made in Honduras ya desde Tegucigalpa. Realidades sociales que forman
parte de un panorama que no resulta agradable cuando uno siente la
frustración por no poder hacer lo suficiente para mejorar una situación
que la gente más humilde (la inmensa mayoría) pide a gritos a través de
su lucha en el día a día y con la dignidad de la supervivencia en hora
punta.
Llegada a la sede de nuestra socia CODDEFFAGOLF
en San Lorenzo, Valle. Todo es amabilidad y hospitalidad. El calor es
una constante que ralentiza el estrés occidental al que casi nos
habíamos acostumbrado para indicarnos que aquí el tiempo es tan relativo
como la vida misma.
Unas horas para respirar y
observar todo lo que rodea a uno mismo e intentar asimilar que ya
estamos al otro lado del charco después de día y medio de jet lag
existencial.
Tras un atardecer en los manglares como
bienvenida improvisada cogemos la energía y motivación para empezar lo
que está siendo nuestra actividad como PCR.
Días de
mucha información, datos, opiniones, perspectivas, palabras de
reivindicación, ánimos sin lucro y honestidad con sello propio.
En
ocasiones, tengo la intermitente sensación de no entender nada y todo
al mismo tiempo; realidades que viven codo con codo pero que muestran la
cara y la cruz de un sistema complejo de digerir cuando la ley del más
fuerte y el anteproyecto de ley del más débil es la tónica dominante, el
imperialismo yanqui patrocinando el capitalismo más repugnante, la
corrupción corrosiva, la violación de derechos fundamentales, la
explotación indiscriminada de los recursos naturales: sequías
existenciales e inundaciones de la esperanza por un futuro con un atisbo
de mínimos básicos.
|
Nenos e nenas na rúa dunha pequena comunidade |
Vidas que se arriesgan para
conseguir algo que poder comer mientras otros se deleitan del monopolio
de la riqueza indebida. Machismo solapado a un sistema patriarcal que
parece condición innata. La epidemia de narcotráfico uniformado con el
poder gubernamental y la violencia sin precedentes : drogas y alcohol
como sedantes vitalicios. Muertes que valen más que la vida, natalidad
precoz y el sensacionalismo del dolor mediatizado.
Comunidades
que piden a gritos una organización de recursos logísticos para
trabajar con un sistema productivo sostenible y el cese de todas las
industrias sin escrúpulos que se apoderan de bienes públicos y del
privado sentimiento del acceso al trabajo honrado.
Por
otro lado nos encontramos con la admirable capacidad de resistencia y
lucha que con una paciencia y perseverancia aplastante dan una lección a
todo este abismo en espiral inconclusa. Un panorama y un contexto
complejo en el que asociaciones, comunidades y al fin y al cabo
personas, deciden tomar la iniciativa para sembrar cada día su grano
particular de fe y sudor temperamental para controlar y luchar a favor
de un bien fundamental: el derecho a una vida digna.
Es ahí donde empieza el cambio real.
----------------------------------------------------------------
Daniel
Ya con los pies en territorio Hondureño!!
Despues de un gran aterrizaje (nada que envidiar a los aterrizajes de
Coruña). Llegamos a la ciudad del caos Tegucigalpa sobre todo si
hablamos del tráfico, cada uno conduce por donde queire y como puede con
grandes todoterrenos. Una ciudad de contraste ya que al lado de unha
casa a punto de caer habitada por una familia numerosa se encuntra un
Macdonals, Burger Kings, etc.
|
Pai e fillo desprazándose en bicicleta |
Despues de dos horas en
un bus típico americano, como la maioria de los buses hondureños,
atravesando una carretera o mejor dicho un campo de minas porque en
honduras las carreteras no tienen baches sino que son cráteres y no son
ni uno ni dos... Llego a min lugar de residencia Marcovia, un pueblecito
pequeño y tranquilo. Lo que más pena y lo que más llama la antención e
la cantidad de basura e deshechos que hai por todos lados. Lo que hacen
las casas de todos los poublos y de las comunidades es quemar la basura
que generan , sea orgánica o inorgánica.
Venía muy
preparado pora los mosquitos llamados aquí zancudos por lo mucho que le
gusta la sangre blanquita y extranjera... pero no vine preparado para el
ruido infernal que hacen un bichos parecido a un grillo pero mas
grandes y feos que se alojan en los arboles, conocidos como chicharras.
Menos mal que el juego típico o de moda del momento de los niños de
Marcovia es cazar chicharras.
----------------------------------------------------------------
Adrián
PCR, dosis de realidades:
Non é fácil describir con poucas
palabas as impresión que crea o simple feito de estar aquí (aqueles
que viviron unha experiencia semellante entederano mellor).
O sur de Honduras preséntaseme como
unha zona montañosa (plagada de “cerros”) cuberta por unha
vexetación verde intenso nesta época do ano, pero distinta dos
verdes montes os que estou tan acostumado, e atravesada por unhas
poucas carreteiras (unhas asfaltadas, outras non) frecuentadas de
controles policiais/militares con non poucos nen someros buratos que
fan da conducción un constante exercicio de atención tratando de
evitalos e sempre acompañada por bocinazos (tanto propios como dos
demais conductores). Iso nos momentos onde non necesitas facer uso da
definición de “todoterreo”, vehículo oficial da zona a
camioneta tipo pickup, parte
traseira adaptable a número indeterminada de pasaxeiros cando é
necesario e vidros tintados (motivados pola inseguridade sempre
presente) para avanzar polos camiños.
|
Cabana de troncos nunha pequena comunidade adicada á pesca |
Se algo destacaría das impresións que
xenera a estancia aquí e que cando se quere as cousas se conseguen:
pepsi, cocacola, antenas parabólicas, telefonía móbil... son unha
constante incluso en lugares remotos onde non é cousa fácil chegar
nun vehículo e nun contexto onde faise indispensable o consumo de
auga embotellada por falta de potabilidade na auga da billa (nos casos onde hai billa, véxase pozo ou fonte se non). Cultura
imposta do desechable pero sen interés gubernamental por un programa
de xestión de residuos acorde, factores para que os desechos
(principalmente plásticos) se acumulen por calquera zona un mínimo
habitada como resultado dunha costume de usar e tirar inmeditamente.
Tamén o feito de que a nosa simple presencia é de todo menos
inocua. Nunha realidade onde a xente síntese abandoada por un
goberno que vende os seus intereses o mellor postor, problemas
asociados á inseguridade e o narcotráfico atopámonos con moi boas
persoas. Nas pequenas comunidades non son habituais os extranxeiros e
xunto a un agradecemento polos proxectos tradúcese nun cálido
recibimento alá onde imos. Situación que crea unha dualidade de
alegría pola oportunidade de estar aquí e esa especie de
remordemento ó coñecer de primeira man outra realidade tan
diferente e menos afortunada.
|
Pescadores preparándose para voltar a casa tras haber descargado a pesca do día |