15 oct 2011

Andrés y Andrés

“Población beneficiaria”, “familias beneficiarias”; la literatura formuladora aglutina a las personas protagonistas de los proyectos en diferentes etiquetas colectivas. A veces, yo misma me olvidaba de que las colectividades se forman con personas de carne y hueso, sujetos individuales con su propia trayectoria vital. Las historias de Andrés y Andrés tienen sabor y olor propios. Os presento a dos tocayos “beneficiarios” del proyecto Laure, con la intención de romper las colectividades en trocitos pequeños y empezar así a conocer a las personas.


Don Santos Andrés vive desde siempre en El Rincón, comunidad perteneciente a la zona de la microcuenca del río Laure, en el departamento de Valle. Tiene ya 40 años, aunque a penas se le echan más de 36, el sol lo está conservando joven a diferencia de lo que le ocurre a la gran mayoría de los campesinos, que se agrietan por dentro y por fuera a causa del calor y del trabajo eterno. Don Santos Andrés da gracias a Dios por cada nuevo día que comienza. Se dedica a la venta del maíz que produce en sus dos manzanas de terreno (una manzana equivale aproximadamente a 0,75 ha.). Lleva catorce años casado con la “hembra de la que me encapriché, y me la robé” con la que tiene “solamente” dos hijos. El mayor está en segundo grado de la escuela y todavía no ha tenido que asistir a la recuperación de ninguna materia. “Yo siempre le insisto, que él vaya a la escuela es mucho sacrificio para mí pero yo lo hago por él; en el momento en que vea que no lo aprovecha se terminará. Pero él me salió bueno, me dice que sí que va a aprender, se da cuenta del esfuerzo que significa para mí y por ahora parece que lo está haciendo bien”. Don Andrés camina tranquilo mientras habla, su gorro gris oscuro se mueve a su ritmo, escuchando sus palabras. “Mi hermano se ha querido ir tres veces a Estados Unidos, pero siempre lo agarraban y lo mandaban acá de vuelta”. ¿Y usted, ha querido irse don Andrés? “Nunca me he atrevido. Además, tengo dos hijos y yo quiero ver cómo crecen, si se convierten en buenas personas. Eso es lo único que puedo darles, mis valores”.



Don Santos Andrés es uno de los productores seleccionados en el proyecto de Laure para la creación de un huerto basado en el sistema agroforestal.

- ¿Cuándo empezó la primera toma de contacto con el proyecto?

- En mayo fue nuestro primer contacto con Ely, quien nos estuvo capacitando y preguntando quiénes queríamos entrar a formar parte del proyecto. Nosotros nos dimos cuenta de que el proyecto era algo bueno para nosotros y decidimos participar.

- ¿Qué acciones se han llevado a cabo en el transcurso del proyecto?

- En primer lugar se construyó un hornillo en la cocina que tiene ya cuatro meses. El fogón funciona con leña que, ahora, al haber plantado árboles en nuestro terreno, nos es muy fácil de conseguir. Después vino la creación del huerto familiar en mayo, en el que plantamos pepino, que nos dijeron que plantásemos y que se da muy bien en esta zona. También plantamos zapallo y frijoles.

- ¿Los productos del huerto son para comerciar o para consumo propio?

- No, no producimos lo suficiente como para que sea para la venta. Es todo para consumo propio.

- ¿Y ya cosecharon?

- Sí, cosechamos ya dos veces. Nosotros lo miramos de buen resultado. Nunca habíamos sembrado pepino, porque aquí no se plantaba, y hemos cosechado bastante.

- ¿Cuándo empezaron con el proyecto de introducción de un sistema agroforestal?

- Eso fue en agosto. Plantamos árboles maderables en medio de la plantación de maíz para fortalecer el suelo. Nos dieron más de setenta semillas para plantar caoba, cedro rial y carreto. Pero en agosto fue la canícula (época seca sin lluvia) y tuvimos que ir nosotros a llevarles agua. Se perdieron muy pocos.

- ¿Y no hubiera sido mejor haberlos plantado ahora en septiembre, con la época de lluvias?

- Sí pero Ely nos dijo que no era posible, porque iban a venir a controlar el proyecto y era necesario arriesgarse para que los árboles estuvieran ya más crecidos.

- ¿Creen que una vez que el proyecto termine seguirán cultivando de esta manera?

- Nosotros hemos visto muy buenos resultados. Con el fertilizante químico las mazorcas de maíz eran grandes, si no les echábamos nada se hacían pequeñas. Pero con los abonos orgánicos que nos han enseñado a hacer, las mazorcas tienen muy buen tamaño. Creemos que sí que vamos a continuar, además podemos hacerlo porque ya podemos acaparar las semillas para seguir transplantando los árboles una vez que no esté Ely por aquí.



Don Andrés Torres vive en el Cerro de las Piletas, en el Marañonal. Tiene una casa pequeña en lo alto del cerro y para llegar allí hemos necesitado que nos guíe uno de los vecinos de la zona. Don Andrés tiene sesenta y cinco años “no le voy a mentir, le he dicho que tengo setenta pero en realidad tengo cinco años menos”. Tranquilamente, sube sus sesenta y cinco años hasta lo alto del cerro para enseñarnos sus propiedades, un camino que hace diariamente, “desde bien cipote, a los quince años, empecé a trabajar duro en el campo”.


No recuerda bien en qué mes inició el proyecto con CODDEFFAGOLF, “creo que debió ser en diciembre cuando empezaron con las capacitaciones para elaborar abonos orgánicos”.

- ¿Por qué decidió empezar a utilizar abonos orgánicos?

- Porque es una buena ayuda. Mire usted, cuando yo empecé a utilizar químicos, una bolsa de insecticida costaba 10 lempiras, ¿sabe cuanto cuesta hoy? 500 lempiras.



Don Andrés produce maíz y maicillo para consumo propio, “a veces, cuando la gente se pone en contacto conmigo, vendo un poco. Pero yo no voy a ir a venderlo al mercado porque hay que costear el transporte, y a lo mejor después en el mercado no quieren este maíz”.

4 comentarios:

Anxo dijo...

Felicidades chic@s, me traen muy buenos recuerdos de esas tierras lindas, ánimo.

Sergio dijo...

Es genial humanizar lo de la "población beneficiaria" que a veces es casi tan aterrador como cuando se habla de "gente". Gran artículo!!!! (por cierto, matiz técnico, 1 manzana son aproximadamente 0,75 ha)

alicia dijo...

Xa está cambiado! Graciñas polos matices (tan, tan importantes). Estou intentando recopilar pequenas historias das distintas persoas que participan nos proxectos. Igual nos pode valer como comunicación de cara ás persoas socias, por exemplo... A ver que sae de aquí :)

Patricia Iglesias dijo...

Alicia! moi bo traballo! a seguir así...