18 sept 2012

Estancia en las Comunidades. 2ª Parte: El Terrero

La segunda semana de estancia en comunidades comienza. Tras un fin de semana de `tempo de lecer` en León, Nicaragua, los PCR de Agua Daniela y Daniel (mayormente conocidos como los Daniels) se adentran en El Terrero para disfrutar de 3 días allí.


Vosotros, como asiduos lectores del blog de ESF en Honduras, ya sabréis mucho acerca del estado de los trabajos y capacitaciones, y como la situación social es practicamente igual, enfocaré esta entrada más a las gentes y a mi experiencia, no tanto al proyecto.

Esta vez nos acogió la familia de don Teodoro, presidente de la Junta de Agua, y su mujer. Al poco tiempo de llegar, comenzamos el trabajo adentrándonos casa por casa por la comunidad, haciendo las entrevistas. Esta vez, como el proyecto está en ejecución todavía, el cuestionario iba más encaminado hacia si estaban contentos con la infraestructura realizada hasta el momento (letrinas y pilas) y si habían asistido y les habían resultado útiles las capacitaciones. 
Cocina de leña. Rico café de grano enfriándose
Como mi compañera Daniela comentó en la entrada en el blog de la estancia en Portillo Colorado, la gente normalmente tienen mucha vergüenza en principio a conversar con nosotros, los foráneos; sin embargo, en esta ocasión esto no se dio tanto, al ya conocernos mucha gente por visitas anteriores. A pesar de ello, la gente nos conoce, pero los perros no. Tanto es así que el primer día sufrí una mordedura de un perro bravo en una casa... No me hizo mucha gracia, no os voy a engañar, pero al final quedó en una simple anécdota y se pudo continuar... Gajes del oficio... Eso si, a partir de esa, mis caminatas por la aldea fueron acompañadas de un garrote como ayuda de apoyo y, como no, arma defensiva en caso de un nuevo ataque.

En muchas de las casas estoy más tiempo del esperado en un principio, sobre todo cuando coincido en donde está el albañil Santiago trabajando, que me agarró cariño (Danielito me dice) y le gusta conversar conmigo cosa fina. Me gusta que me pregunten sobre la vida en España y, al contrario de lo que se puede pensar, son muy conscientes de muchas cosas. Tienen bien claro que la gente en Europa acostumbra a tirar la basura en papeleras, incurriendo en una multa en caso contrario, y que ello es algo bueno. Sin embargo, ellos siguen tirando todo al suelo, como si de una costumbre arraigada en lo más profundo de su ser se tratase. El problema de la gestión de residuos es muy serio aquí (una de las cosas que más choca al llegar aquí), pero no sólo la gestión, inexistente, sino también el hábito.

Muchas otras cosas  despiertan su curiosidad: la moneda, cuánto cuestan las cosas, cómo hay que hacer para entrar legalmente a España, la edad media de casarse que tiene la gente (esto les sorprende mucho y con razón, ya que en Honduras la mayoría de niñas de 13 o 14 años ya se casan o comienzan a tener niños)... Es decir, la forma de vivir que tenemos. Estamos ante otra de las cosas chocantes de estas zonas rurales del país: el número de hijos por familia. Ocho hijos es un número de hijos bastante normal por aquí, a pesar de vivir subsistiendo día a día de lo que les da el campo, el ganado o trabajos de temporada en meloneras o empresas de caña...

El día a día aquí es de admirar. Por la mañana temprano trabajar en el campo y, a partir de la una, trabajar en el proyecto de agua. Quedan muy pocas letrinas y pilas por hacer, aquellas de las casas más alejadas. Mucha gente no tiene manera de aportar mano de obra pero, aún así, esta es una comunidad muy unida, y gente que ya tiene todo acabado en sus casas sigue trabajando si cabe más duro para hacer llegar el material a estas últimas casas.
Beneficiarios listos para llevar más material. Don Teodoro tomando nota de las cantidades
Beneficiarios cargando el material en la mula

Es hora de hablar de un amiguete que hice por allí, no el único, pero quizás el más especial: David (conocido como Gringo en la comunidad). Se trata de un niño albino, muy espabilado y simpático. La gente lo trata muy bien, pero el ser albino... claro, es ser diferente, muy diferente en este tipo de lugares. David tiene una especial sensibilidad a la luz que hace que por el día, con el sol tan basto que hay en el sur de Honduras, no vea del todo bien y se maneje mejor cuando anochece. Este es uno de los motivos por los que el niño no quiere asistir a la escuela. La falta de medios no permite un enfoque especial en su educación... Como anécdota, cuentan en la aldea que una noche se adentró en la densa naturaleza de la aldea hasta terminar por perderse. Como había caído la noche cerrada, David decidió resguardarse en una pequeña cuevita y beber de un pequeño curso de agua cerca de allí. Se mantuvo a salvo en esa posición hasta que cosa de 6 horas después lo encontraron... ¡Grande!
David
Al principio era muy reacio a hablar conmigo, incluso me escapaba, como el resto de los niños. Sin embargo, tras invitarles a caramelos y jugar un rato con ellos, siempre venían a visitarnos, hasta tal punto que incluso David nos llegó a acompañar durante un tramo del trayecto de visita de la comunidad el último día. Los papeles de los caramelos los tiraban siempre el suelo, en cualquier sitio; por lo que se convirtió en condición obligada tirar los papeles al fuego si querían más (es como se deshacen de la basura). David terminó por enseñarles a los demás niños como debían hacer con los papeles de los caramelos u otros que se encontrasen... El cambio empieza desde abajo... ¡Gracias niños! ¡Gracias David!
Daniela jugando con una niña
Otro niño que le gustaba pasarse a vernos y, sobre todo, los caramelos
Gracias también a Teodoro y su familia, por su hospitalidad y por ser ejemplo allá donde vayan. A pesar las circunstancias (don Teodoro es el hermano mayor de 8, hijo de una madre viuda a temprana edad por un accidente de su marido), él siempre ha creído en el desarrollo de su persona, de su familia y de su comunidad. Siempre que hay una reunión en el municipio, él está allí; siempre que una organización viene en ayuda con capacitaciones de cualquier tipo, él asiste y pone atención. Ha construido con sus propias manos un pozo al lado de su casa, a construido su propia casa (utilizando paneles de acero corrugado como encofrado para las columnas maestras)... Sus hijos van al colegio o ya están trabajando en la capital. Lo dicho, un ejemplo. ¡Gracias por vuestro aporte en nuestras vidas!
Familia. De izquierda a derecha: Dani, Elmer David, Teodoro Cruz, Daniela, María Fuentes y Jenny (faltaba Araceli)
Nota: Al volver de la comunidad nos agarró una gran riada que cortaba el camino. Apenas hay carretera asfaltada en todo el municipio. Todavía no han llegado las lluvias más fuertes y ya ocurren este tipo de cosas. El aislamiento de la comunicación en las comunidades en esta época es más que habitual.
Camino cortado por riada

6 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buena entrada Dani! Lo estás haciendo genial.

Almudena dijo...

Moi interesante entrada, Daniel! gustoume especialmente o video, ainda que non se entenden moi ben ós lugareños...;)

Victoriano Fabeiro Balboa dijo...

Moi emotiva esta entrada, moitas gracias Dani!

Jorge López Fernández dijo...

Genial, espero que tengamos más entradas multimedia en el blog, variar los formatos siempre está bien! Y otro vídeo con David cantando! ;-D
Saludos, Daniels!

María José dijo...

O meu Dani eche moito, dixo que pensaba intregrarse coa xente do pais, e certo que o está facendo.
Bravo por Dani

Anónimo dijo...

Cet article sur esfhonduras.blogspot.ru est digne signet à mon avis. Il vaut la peine d'économie pour référence future. C'est une lecture fascinante avec de nombreux points valides pour la contemplation. Je dois d'accord sur presque tous les points faite dans cet article.