1 mar 2011

Saneamiento en los proyectos de agua de ESF en Honduras (biofiltros y letrinas)

Dentro del proyecto de abastecimiento-saneamiento de las comunidades Las Lajas-Zapotillo, financiado por la Xunta de Galicia y el Concello de Lugo, se ha abordado entre otras cosas la construcción de letrinas. Continuando con la antigua entrada acerca de letrinas, explicaremos un poco más el funcionamiento de estas, así como de los biofiltros para aguas grises.

Las letrinas aboneras transforman los excrementos sólidos en abono en unas cámaras situadas por encima del nivel del terreno y debajo de las tapas en las que se excreta. Además de no haberse utilizado aún nunca en Honduras, presentan problemas en zonas de inundaciones, como es el caso de Lajas-Zapotillo. En el caso de que el agua suba por el encima del nivel del terreno durante las inundaciones, las cámaras de la abonera quedarían inservibles. Si se diese una zona adecuada para su uso en Marcovia, habría que hacer un prototipo y hacer revisiones técnicas para comprobar su correcto funcionamiento (que la humedad no le afecte, por ejemplo), así como, una gran cantidad de capacitaciones tanto a la población beneficiaria como a la contraparte, que no tienen asimilada esta tecnología.

Por ello, como ya se había comentado en anteriores entradas, las elegidas son las letrinas de cierre hidráulico. Las partes constituyentes de este tipo de letrinas son la caseta y la fosa (lo podéis ver en la antigua entrada mencionada al principio). Los materiales propios del uso del retrete van a parar a la fosa. La idea es que las fosas drenen el agua infiltrándose en el suelo debido a que el agua hace el efecto de disolución, es decir, aprovechar la capacidad natural filtrante del propio suelo y la de disolución del agua, para así conseguir un retorno de las aguas negras al entorno lo más limpio posible. Estas fosas entre 10 o 20 años se llenan; entonces se cierran y se abre otra. Hay que mencionar que presentan problemas en el caso de tener el nivel freático cercano a la superficie. Se deben evitar zonas así pero, en tal caso, se realiza una elevación de la letrina y fosa para alejarlos del nivel freático.

En cuanto a los biofiltros se ponen en las casas al lado de la pila y se "reutilizan" las aguas grises. Se trata de un tratamiento simple en donde se aprovecha la degradación de la materia orgánica de los microorganismos que existen en el suelo y la necesidad de agua y nutrientes que las plantas necesitan para su desarrollo. Las aguas grises se reciben en una trampa de grasas. Éstas se retienen y los sólidos sedimentan en el fondo. El agua ya tratada se dirige a una jardinera impermeable. Así, las aguas grises son reutilizadas para riego.

A día de hoy todavía no tienen todas las casas de Lajas-Zapotillo este biofiltro por lo que, ¿a dónde van a parar las aguas grises? Dos opciones: el agua se recircula a otro lugar de la casa o a fuera de ella; o los resumideros, que son como biofiltros pero enterrados en el suelo. Estos son los que estamos potenciando y los más aconsejados por Salud ya que evitan charcos y la aglomeración de mosquitos. El agua en este caso se filtra por el suelo.

A continuación una foto resumen que escenifica lo tratado y un croquis de una letrina de cierre hidráulico elevada.


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