Durante el trabajo de
campo del Estudio Multitemporal de las Camaroneras, la semana pasada
- mi primera semana de estancia en Honduras – hemos visitado 2
fincas camoroneras ocupadas por pescadores.
El pasado año el
gobierno de Honduras se hizo cargo de la deuda de varias empresas
dedicadas a la acuicultura del camarón (aquí le llaman camarón a
lo que nosotros conocemos como langostino) que se encontraban en
situación de quiebra. A cambio del pago de la deuda el estado se
quedó con 6 fincas camaroneras, de las cuales en realidad ya era el
propietario, pues estaban ubicadas en terreno público y explotadas
en régimen de concesión.
Aprovechando esta
situación de encontrarse las fincas al cargo del estado, varias
comunidades de pescadores de las zonas próximas, en situación
crítica por la escasez de capturas debida al problema crónico de
las propias camaroneras, al que hay que añadir el problema
circunstancial de las inundaciones de la última temporada de
lluvias, ocuparon 4 de esas fincas camaroneras y comenzaron su
explotación.
Después de casi 3 meses
de trabajo, los pescadores han empleado todo su tiempo y el dinero
que no tenían (se han empeñado) para la compra de cría y pienso.
Durante ese tiempo se han producido numerosos intentos de negociar
con las autoridades (con la intermediación de CODDEFFAGOLF), una
forma de pago al estado, por medio de un porcentaje sobre la venta de
la producción, en concepto de concesión, para tratar de legalizar
esta situación, pero todos han sido infructuosos. Y ahora cuando se
aproxima la fecha de iniciar la cosecha, se ha dado orden a la
policía de desalojar las fincas por ocupación ilegal.
La intención del
gobierno parece que es desocupar las fincas para poder proceder a la
subasta de las concesiones entre los grandes empresarios del sector,
favoreciendo a las clases pudientes del país y a las multinacionales
en lugar de facilitar una forma de vida digna a la gente más humilde
del pueblo al que en teoria representan.
Actualmente desde
CODDEFFAGOLF se están centrando los esfuerzos en negociar al menos
un retraso del desalojo hasta el momento de la cosecha.
Los pescadores no están
dispuestos a perderlo todo desalojando las fincas por las buenas, y
disponen de bastantes armas (aquí el uso de armas está al orden del
día), por lo que esto podría convertirse en una tragedia.
Personal de CDFG hablando con el lider de uno de los grupos de pescadores.
Pescador trabajando en las camaroneras.
1 comentario:
Buena entrada Álvaro, y excelente aproximación al permanente conflicto entre pescadores, camaroneras y administración.
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