Esta entrada al blog será un tanto
culinaria...tratará de algo tan simple y básico como es una
tortilla de maíz pero que “ahorita” vale su peso en oro, por lo
menos para una servidora, aunque antes y como buena gallega que soy
pensaba... Se non queda outra, haberá que comelas! u Onde estea unha
bola de pan de Cea....
Pues sí señores mi estancia en la casa
de la familia Ochoa Aguilar transcurrió entre tortillas y tortillas,
cafés en “huacales” con Doña Juana (la campeña más anciana) y Don Marciano,
paseos con Don Éntimo a lo largo de la comunidad y charlas
religiosas en casa de Doña Ángela.
Pero hoy no estamos aquí para hablar
de mi paso por la comunidad sino de las tortillas de maíz, algo muy
costoso para una mujer, tanto por el esfuerzo invertido como por el
tiempo que lleva y en mi opinión tan poco valorado.
A media tarde, es hora de mandar a los
niños a recoger el maíz y desgranarlo, aproximadamente una tina
entera de grano para una familia de 7-8 personas.
Luego es momento del niquesado (cocción
del maíz con un poco de cal) y del posterior lavado en el pozo para, al
siguiente día, levantarse “en lo oscuro” a quebrar (moler) el
maíz.
En la comunidad hay dos opciones para
quebrar el maíz: manual o con un molino de motor, por el
“módico”precio de 4 Lp. Doña María normalmente por comodidad,
rapidez y para charlar un poco con las otras mujeres de la comunidad
suele ir al molino.
De vuelta en la cocina se agua un poco
la masa y se preparan las tortillas en una tortillera de madera,
mientras se pone el comal a calentar.
Con el comal (sartén de barro) bien
caliente se colocan las tortillas, vuelta y vuelta están listas para
acompañar a riquísimos platos hondureños.
Es increíble la cantidad de tiempo que
pasa una mujer de una comunidad en la cocina, la mayor parte de él preparando estas tortillas que pueden parecer insípidas pero
para mí tienen un valor incalculable. Y como bien dice el refrán “No
sólo de tortillas de maíz vive la mujer” me hubiera encantado que
Don Éntimo y sus hijos la ayudaran más en las tareas domésticas y
tuviera más tiempo para ella.... pero eso señor@s ya es otra
historia!
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