18 sept 2015

Honduras Indignada


Como ya escribimos en La arcilla fundamental nos encontramos con la marcha de las antorchas el primer domingo que pasamos en San Lorenzo. Nos interesamos por el movimiento y nos pusimos en contacto con los organizadores.


Conocimos a 5 jóvenes indignados preocupados por la situación actual que padece su país y nos contaron cómo y por qué se inició la lucha del pueblo. Hablamos de  de la corrupción, sí, pues es de lo que están hartos y por lo que se levantaron. Pero nos lo explicaron a través de la historia del país, a través de la cultura hondureña, la religión…

Matizan cada pregunta que les realizamos haciendo hincapié siempre en los problemas sociales con los que lidian desde hace tiempo. La falta de educación es una constante: falta de educación y pobreza, falta de educación y delincuencia, falta de educación y represión, falta de educación y resignación… Y como esa falta de educación permite al gobierno poner en práctica una política de miedo y corrupción.

Contra esa corrupción protestan y por eso marchan con antorcha en mano todas las semanas. 
“El objetivo principal de los indignados es traer la Comisión Internacional Contra la Impunidad, la CICIH”
Pero dudan, no creen en su gobierno y tampoco en los organismos internacionales. Control, represión y manipulación informativa.



“Si algún político se pone en contra de lo que dice el gobierno tiene consecuencias, se inventan algún delito y lo meten preso, hay miedo. Y de este modo se siente también en todos los lugares. En las comunidades por ejemplo, aunque saben que estamos sufriendo, y hablo de personas que se están muriendo de hambre,  mantienen la idea de que si protestan no van a conseguir nada, no van a conseguir ayuda del gobierno, no van a conseguir una bolsita de comida. Es un gran temor que se ha producido y que sumerge a la gente más y más en la pobreza y así es como tienen controlada a la población.  ¿Por qué la gente no se levanta? Porque este gobierno maneja y controla a la gente, mantener a la gente sumisa, tener un pueblo esperando, un pueblo dependiente. Hay un pensamiento común de “no podemos hacer nada”.”
Por ese motivo se desaniman muchas veces y necesitan el apoyo constante de sus compañeros. Los fotografían, los interrogan, los quieren echar de las universidades o de sus trabajos. No se esconden y lo pagan.

Encuentran satisfacción en hacer lo que consideran correcto, sonríen cuando hablamos de toda la gente que apoya a los indignados y de las marchas multitudinarias que se organizan a pesar del miedo. Nos comentan que hay mucha gente que no va, porque no puede, pero que piensa igual. Levantar ese pensamiento crítico es otra victoria.

Al final el reloj marcó el final de nuestro encuentro que ni el apagón que sufrimos durante gran parte del tiempo pudo terminar. Mantuvimos con ellos una gran conversación durante más de tres horas que no nos importaría repetir pronto.


+info: hondurasindignada.org


Entre otras muchas cosas, hablando de literatura, nos recomiendan estos libros:




Y este documental sobre el Golpe de Estado. 
Quien dijo miedo de Katia Lara



Publicado por Paula y María

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