Chiqueros en la Isla del Tigre. |
Pero lo que me trae a escribir esta entrada no son sus mitos y leyendas sino una experiencia que tuve la suerte de vivir hace unas semanas. Empecemos por el principio.
Resulta que en la Isla viven un grupo de mujeres pescadoras y mariscadoras con las que tienen el honor de
La experiencia comenzaba un martes caluroso, como no podría ser de otra forma, en el que iba a acompañar a uno de los técnicos de CODDEFFAGOLF a revisar un prototipo de secadero de sardinas que utilizaban las trabajadoras. Aprovecho para decir que hasta ahora el secado se hace al modo tradicional, al aire, con todas las medidas de seguridad y salubridad bien saltadas. Mejorar este proceso es uno de los cometidos del proyecto y se está consiguiendo, como pudimos comprobar.
El angosto camino. |
Lo que me imaginaba: ir, pescar un poquito, hablar y conocer la experiencia de alguien que explota un chiquero y sacar unas fotos que dieran envidia. Lo que pasó realmente: Fuimos por un camino que atravesaba una zona de mangle y para la que no llevaba el calzado adecuado. Pero me daba igual. Hace unos meses estaba viendo el manglar desde casa analizando unas imágenes de satélite con el píxel más grande que una cancha de baloncesto y ahora estaba dentro con lodo hasta las rodillas. Más tarde nos encontrábamos dentro de un chiquero con las sardinillas estúpidas rozándonos las piernas y dispuestos a atraparlas antes que los pelícanos o las garzas. Una tarea más difícil de lo que parece cuando solo dispones de una redecilla y un palo.
Una amable pescadora que nos acompañó al lugar. |
La técnica es simple. Con el ganapán haces un arco bien pegado al suelo y a la pared del chiquero pero con cuidado de no raspar nada. En esta zona es donde se agolpan los peces. Con el palo haces un arco rápido contrario al sentido del ganapán y levantas ambos artilugios a la par que posas para la foto. El siguiente paso es comprobar que eres el peor pescador de sardinillas de Amapala y que estás mejor en una oficina cuando echas en el cubo tus tres capturas a lo sumo. Cabe decir que la especie de sardina que más se pesca no mide más de 3 o 4 centímetros. Para que sea un buen día deberías llenar un cubo como el de la imagen de abajo.
Pero bueno, ahí estaba yo, disfrutando de una experiencia que difícilmente olvidaré en un entorno precioso. Y todo sin esperármelo porque aquí, en San Lorenzo, uno se levanta a las 6 de la mañana sin saber donde ni como va a acabar el día.
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